sábado, 19 de abril de 2014

French Roast

Tenía dos sesiones de cortos sin poneros en el blog por falta de tiempo, así que ahora en estos días que he conseguido un poquito voy a intentar poner al día el blog.
Hasta ahora todos los que habíamos visto lo habíamos visto todos juntos en grupo, pero como ya os dije como están mucho más independientes, he decidido probar a ver los cortos de otro modo: en grupos pequeños, en los talleres y ellos solos.
Como sabéis, los cortos nos ayudan a aprender sobre el lenguaje de las imágenes y también lo hemos ligado este año al debate en el aula, con lo que estamos trabajando el lenguaje oral formal.
Pero cuando lo vemos todos juntos, casi siempre intervienen quienes son menos tímidos y un pequeño grupo hablan menos, con lo que tienen menos oportunidad de mejorar en este ámbito.
Ahora en grupos pequeños tienen más oportunidad para hablar y les da menos vergüenza intervenir.
El primer corto que hemos visto de esta manera ha sido French Roast, que es una historia muy divertida pero también con una buena lección: no debemos dejarnos llevar por las apariencias, porque a veces nos engañan.
French Roast ha sido escrito y dirigido por Fabrice O. Joubert, que ha trabajado en películas como "El príncipe de Egipto" o "Simbad, la leyenda de los siete mares". Este corto fue nominado a los Oscar en 2010 y ganado muchos otros premios.




Nosotros lo hemos visto en grupos de cinco y cada grupo se ha encargado de analizar un aspecto del corto. Un equipo se ocupó de analizar los personajes, otro los escenarios, otro los colores y otro la música.
Después de verlo en pequeño grupo, compartieron con el resto de compañeras y compañeros el análisis que habían hecho.
Les sorprendió a todos mucho el personaje del mendigo y sobre todo el final del vídeo cuando es capaz de compartir lo que tiene.
Nos ayudó a pensar que no todas las personas son totalmente buenas o malas y cómo en determinadas circunstancias todos hacemos cosas que no deberíamos hacer, lo que nos debe de hacer también más comprensivos con los errores de los demás.
Pero este corto también tiene una parte divertida y vimos como, en parte, es gracias a la imagen de los personajes que son un poco exagerados.
La parte más misteriosa y triste de la película vimos que la ponen los tonos oscuros de los escenarios y la música.



 En este vídeo está el grupo que le tocó trabajar la música, para eso, escucharon todo el corto sin verlo, tenían que imaginar la historia llevándose por la música, solamente conocían los personajes de la historia porque ya los habían trabajado un grupo anterior, pero sin contarnos la historia.
En un primer momento, la historia que inventan no tiene en cuenta a los personajes, pero si los escenarios y sobre todo, descubren que tiene que ser una historia de misterio por la música.
Después cuando la ven ya para comparar con lo que han inventado me encanta ver sus caras de sorpresa y sobre todo al final cuando Abraham dice "¡Vaya tela!, ¡mira que pasa!, ¿le ha dado el dinero?




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